
A veces oímos hablar de la captación de menores en las noticias de la televisión, pero no nos lo tomamos suficientemente en serio. La mayoría de los padres piensan que nunca les ocurriría a sus hijos y que no hay nada que temer.
Los adultos están demasiado seguros de que sus hijos están sanos y salvos. Sin embargo, el mayor peligro no viene de extraños. A menudo procede de personas que los niños conocen.
Cualquiera puede ser un "child groomer", empezando por su vecino y acabando por la niñera de su hijo. Por eso es importante reconocer la conducta de grooming en los delincuentes sexuales y evitar que los niños sean acosados.
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¿Qué es el grooming infantil?

El grooming se produce cuando un adulto intenta establecer una relación de confianza con un niño para abusar sexualmente de él. Puede ocurrir en la vida real o en Internet. Puede llevarlo a cabo un desconocido o alguien a quien el niño ya conoce (un amigo íntimo, un vecino o un pariente).
La mayoría de los groomers utilizan comportamientos manipuladores para “hacerse amigo” de un menor, ganarse su confianza, alejarlo de su familia y, finalmente, empezar a abusar de él. Es un acto duradero de construcción de una conexión con un menor que requiere un esfuerzo por parte del groomer.
Significa que, una vez que la víctima es el objetivo, el groomer seguirá su plan y no lo abandonará pase lo que pase. Cuanto antes detecten los padres cualquier indicio de captación por un depredador, más posibilidades tendrán de salvar al niño.
Child Grooming en Estados Unidos: Estadísticas impactantes
¿Sabías que había un declarados 656.243 casos de maltrato infantil en Estados Unidos en 2019? Aquí tienes algunos datos más que pueden convencerte para tomarte el problema más en serio:
- La tasa de maltrato infantil en Estados Unidos es más alta entre los niños nativos de Alaska e indios americanos: 15,2 casos por cada 1.000 víctimas;
- Alrededor de 158.900 de esos niños tienen entre 2 y 5 años;
- A menudo, el agresor es un pariente cercano de la víctima (incluidos los padres);
- La negligencia es el tipo más común de maltrato infantil: unos 411.969 casos en el país.
Cómo preparan los depredadores a sus víctimas: Cómo reconocer las señales de un depredador
Si el grooming es tan común y se ve con frecuencia, ¿por qué los padres no pueden identificar a un depredador antes de que ocurra algo malo?
Lo que ocurre es que los abusadores utilizan técnicas clásicas de captación de menores que les han funcionado durante años. Los especialistas denotan seis etapas de grooming que pueden caracterizarse de la siguiente manera:
Fase 1. Elegir a la víctima. Los depredadores tienden a elegir a niños vulnerables que experimentan condiciones emocionales o sociales complicadas o son abandonados por la familia.
Fase 2. Ganarse la confianza de la víctima. En esta fase, los groomers dan sus primeros pasos para conquistar la confianza de un niño y convertirse en su mejor amigo. Recopilan información sobre el niño para identificar sus necesidades y ofrecerle lo que más desea.
Fase 3. Satisfacer las necesidades del niño. Cuando por fin se hacen “amigos” de un niño o de su cuidador, los depredadores se esfuerzan por convertirse en la persona más importante y notoria de su vida. Sus tácticas incluyen satisfacer las necesidades básicas de la víctima y hacer algo más allá de lo esperado (como dar dinero o regalos caros).
Etapa 4. Aislar a un niño. Un groomer necesita privar a la víctima del apoyo de los demás para reforzar la relación con un niño. Por eso, insisten en pasar tiempo a solas con la mayor frecuencia posible. También alejarán al niño de su familia haciéndole creer que sus amigos y parientes no pueden comprender realmente a la víctima.
Etapa 5. Dar a las relaciones una connotación sexual. Cuando se ganan la confianza, los groomers empiezan a sexualizar sus relaciones con el niño. Muestran imágenes explícitas, ofrecen ver películas para adultos y hablan de temas orientados a adultos. Crean situaciones en las que ambos están desnudos y, finalmente, llevan a cabo el primer abuso.
Etapa 6. Control de la víctima. Es la etapa final de la captación de un niño, en la que el depredador obtiene el control total sobre su vida. Abusan activamente de los menores y les amenazan con hacerles daño si cuentan algo a sus padres.
Como puede ver, los depredadores utilizan el mismo patrón para abusar de los menores. Sin embargo, a veces pueden actuar de forma más directa: se hacen “amigos” de los niños en Internet, los convencen para que compartan imágenes o vídeos explícitos de ellos mismos y abusan de ellos en Internet o en la vida real.
Cómo prevenir el grooming infantil
Lo primero que puedes hacer para evitar que un niño sea víctima de abusos es prestar atención a las señales de child grooming enumeradas anteriormente. Debe tenerlas siempre presentes, ya que su hijo conocerá a muchos adultos nuevos. Pueden ser vecinos, profesores, entrenadores o cualquiera que vaya a participar en la vida y el desarrollo de tu hijo.

A continuación, debe establecer relaciones de confianza con su hijo. Aunque los signos de grooming en un adolescente pueden ser bastante obvios, nunca se puede saber que alguien abusa de un niño o adolescente. Por eso, asegúrese de que su hijo se lo cuenta todo, incluso cosas que puedan parecer insignificantes.
Por último, puedes tomar el control de la actividad online de tus hijos y supervisarla con una aplicación de control parental. Una herramienta de supervisión, como mSpy, puede ofrecerle una visión completa de lo que su hijo hace en Internet.
Como la aplicación te permite controlar las llamadas y los mensajes de texto de un menor, puedes estar al tanto de lo que ocurre. La localización por GPS te mostrará el paradero de tu hijo en tiempo real. Esto significa que sabrás dónde buscar a tu hijo si se ha metido en problemas.
Además, puedes obtener pruebas de los abusos en línea grabando a distancia la pantalla del móvil de tu hijo.
Conclusión
Si un niño se enfrenta a un depredador en la vida real, hay una pequeña posibilidad de que entienda lo que está pasando. Sin embargo, identificar a un groomer es más complicado cuando se trata de comunicación en línea.
Los depredadores pueden fingir ser compañeros, almas gemelas o alguien que entiende lo que molesta a su hijo. Si fallan una vez, pueden fingir ser otra persona y seguir haciéndolo hasta ganarse la confianza del niño.
Los pederastas pueden ser sofisticados redes sociales usuarios que buscan una víctima potencial. Por eso, es bueno que los padres vigilen la actividad de sus hijos en el smartphone con una aplicación de control parental, como mSpy.



Caramba, la gente tiene que ser más buena y no rara.
Ahora lo sé por mis hijos