
¿Recuerdas tus clases de historia en el colegio? Si te entusiasmaba estudiar datos sobre el antiguo Egipto, Grecia y África, es posible que recuerdes su extraordinaria arquitectura, sus tradiciones únicas y... la esclavitud.
La mayoría de la gente ha oído hablar de la trata de seres humanos en programas de televisión y películas. También pueden pensar que los abusos sexuales sólo ocurren en el mundo físico. Sin embargo, el peligro se ha extendido también al entorno digital.
Este problema ha llegado a ser tan aterrador y generalizado en Estados Unidos que el Senado estableció Día nacional de sensibilización sobre la trata de seres humanos. A partir de 2007, el acontecimiento se reconoce anualmente el 11 de enero.
Esta fecha también se conoce como Día de sensibilización sobre la trata de niños. Su objetivo es llamar la atención sobre la esclavitud moderna y la trata de menores y evitar que niños, adolescentes y adultos sufran abusos en la vida real y en Internet.
Índice de contenidos
¿Qué es la trata de niños?
La trata de niños es la llamada captación, casi siempre contra la voluntad de la víctima, de niños menores de edad. La finalidad de la trata es la explotación sexual que implica la venta del cuerpo de la víctima por dinero.
El tráfico sexual de niños es una violación absoluta de sus derechos que tiene un impacto negativo sustancial en su salud física y mental y en su bienestar.
Aunque los factores de riesgo de la trata son la pobreza y la discriminación, los abusos sexuales pueden darse en cualquier familia o país.
Trata de menores en EE.UU: El abuso sexual en cifras
Aunque la gente tiende a creer que la trata de menores se produce sobre todo en países subdesarrollados, se denunciaron casos de abusos sexuales en los 50 estados de Estados Unidos.
¿Sabía que Estados Unidos es un país de tránsito para el tráfico de seres humanos? Es más, es uno de los principales destinos de las víctimas de la trata.
Por último, millones de depredadores en línea navegan a diario por la red y buscan niños para abusar sexualmente de ellos. Por eso, los padres pueden no saber que sus bien criado y querido hijo es una víctima.

He aquí más estadísticas sobre la trata de menores que pueden servir para concienciar sobre este problema:
- 77% de las víctimas de trata son maltratadas en sus países de residencia (según el Informe sobre Trata de Personas 2019 del Departamento de Estado de Estados Unidos);
- 25% aumento de la trata de personas se notó de 2017 a 2018;
- La mayoría de las víctimas de la trata en Estados Unidos son sus ciudadanos;
- 1 de cada 7 casos de fugas denunciados al Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados en 2018 se debió probablemente a la captación de menores para el tráfico sexual.
Señales de advertencia que indican que un niño es víctima de trata sexual
Si observa que un niño se comporta de forma extraña o que el comportamiento de su hijo ha cambiado recientemente, puede ser un signo de explotación.
Las víctimas del tráfico sexual o del abuso por parte de depredadores pueden presentar estas características:
- Asustarse y evitar el contacto visual directo;
- Tener miedo de los establecimientos relacionados con la ley;
- No tener ni idea de su paradero, incluidos el país y la ciudad;
- Parecer deprimido o neurótico;
- En los casos más raros, las víctimas pueden sobreexpresar su comportamiento sexual;
- Mentir sobre sus nombres reales y su edad y dar respuestas memorizadas a preguntas comunes;
- Llevar tatuajes raros que parecen “marcas”;
- No tener dinero ni pertenencias personales;
- Perder el sentido del tiempo;
- Presentar cicatrices, hematomas o ronchas;
- Negarse a mostrar documentos (ya que podrían no tener su DNI o permiso de conducir).
Si observa alguno de los signos de abuso sexual enumerados anteriormente y sospecha que un niño o adulto está siendo víctima de trata en EE.UU., considere la posibilidad de ponerse en contacto con el Centro Nacional de Recursos contra la Trata de Seres Humanosr marcando el 1-888-373-7888.
Cómo detener la trata de niños: Cosas que puedes hacer hoy
Muchos padres pueden verse impotentes para rescatar a otros niños de la esclavitud y detener la trata de menores en otra parte del mundo. Sin embargo, pueden hacer un esfuerzo para evitar que sus hijos sean explotados.

He aquí algunas formas de frenar el tráfico de menores en su familia:
- Hable con sus hijos de casos reales de abusos sexuales. Ten en cuenta que pueden hablar contigo de cualquier cosa, incluso de explotación. Recuérdales que ningún niño tiene por qué soportar los abusos solo y que los padres siempre están ahí para ayudar.
- Demuestra tu cariño y apoyo, incluso en los momentos más difíciles. Es importante que los niños (sobre todo los adolescentes) se den cuenta de que se les quiere y respeta.
- Conozca a los amigos y compañeros de clase de su hijo. Si considera sospechoso a alguien, infórmese sobre él. En caso de que supongan un peligro potencial, evita que tu hijo se reúna con ellos con demasiada frecuencia.
- Averigua cuáles son los lugares favoritos de tu hijo y considera la posibilidad de utilizar un localizador GPS. Utiliza una aplicación de control parental, como mSpy, para obtener detalles sobre el paradero de su hijo.
- Aprenda a utilizar las redes sociales. Como su hijo puede hacerse amigo fácilmente de un depredador o traficante en línea, considere la posibilidad de vigilar su actividad en las redes sociales. La aplicación, como ya se ha dicho, puede ayudarte.
- No juzgues a tus hijos por sus decisiones y cuéntales más sobre tu experiencia vital personal. Recuerda casos en los que hayas necesitado ayuda y ofrécesela a tus hijos.
La vida de un niño merece tu esfuerzo
Superar las consecuencias de los abusos sexuales no sucede rápidamente, ya que los niños son increíblemente frágiles. Es traumático y desgarrador darse cuenta de que uno es víctima de la explotación. Por eso, todos los padres deben ser conscientes de la trata y considerar la posibilidad de evitar que un niño se meta en problemas.
Si no está seguro de que su hijo esté seguro, tanto en la red como fuera de ella, dedique algún tiempo a conocer mejor su vida, sus intereses y su entorno. Haga lo que haga falta: pase más tiempo con él, controle su actividad en Internet o incluso cambie de lugar de residencia.
Sea cual sea tu plan, el esfuerzo merece la pena por el bienestar, la personalidad equilibrada y el desarrollo mental de tu hijo. Mantente a salvo y protege a tu familia.


